Os traemos un proyecto muy especial. Se trata de una restauración de una Triumph Bonneville del año 1972; una verdadera joya.
La moto base escogida para el proyecto no estaba en las mejores condiciones, pero tenía un valor emocional muy alto para el cliente. Era la moto de su abuelo y hacía mucho tiempo que quería volver a ponerla en marcha para homenajear a su abuelo.
La moto llegó en dos cajas de naranjas. De ahí el guiño de incorporar ese color en algunos elementos. El primer problema al que nos tuvimos que enfrentar fue a recopilar todos los recambios que debíamos cambiar a la moto para asegurarnos de que funcionase y luciese como el cliente quería. Después de una ardua búsqueda, conseguimos localizar todos los materiales necesarios para montarla. Luego, nos tocó volver a desmontarla por completo para empezar con el proceso de restauración y customización.
En Bolt Motor Company, especialistas en motos customizadas, intentamos ir un paso más allá con cada proyecto. Intentando innovar y diferenciarnos del sector. Con la #BOLT59 tuvimos que hacer todo lo contrario. La idea era mantener lo máximo posible las características de esta Triumph de serie, aunque siempre añadiendo nuestro sello.
Parte delantera restaurada al 100%
Cada elemento que conforma el tren delantero de esta moto ha sido restaurado al milímetro: llantas, botellas, retenes, guías… El faro, los neumáticos, los elementos electrónicos y el manillar se han cambiado por unos nuevos, manteniendo siempre la estética que buscábamos.
Parte central manteniendo la originalidad
El depósito es el original, pero se han restaurado las placas de Triumph y el tapón. La elección de los colores ha sido un acierto absoluto.
En el apartado pintura nos hemos dejado llevar el romanticismo y la añoranza de la gloriosa década de los 70 en el mundo de las motos americanas. El trabajo de pintura es obra de Airbrush Custom.
Aunque lo que más llama la atención de esta parte es el bonito depósito en color perlado, lo que más horas de trabajo ha requerido es la parte mecánica, sin duda. El motor y la caja de cambio se ha restaurado por completo, tornillo a tornillo.
Si de por si ya es complicado restaurar y dejar como nuevo un motor de más de 50 años, la cosa se complica si hablamos de una Tiriumph. Al ser un modelo inglés, todo se complica un poco más debido a que se necesita un plus de experiencia y material específico para enfrentarse a un made in England.
En la parte eléctrica hemos dejado de lado la originalidad para incorporar los mejores componentes para asegurarnos de que esta moto goce de toda la fiabilidad y comodidad que ofrecen las motos actuales.
Toda la instalación eléctrica es completamente nueva. El sistema de freno también está actualizado y mejorado.
Parte trasera
Se ha mantenido el asiento original. Simplemente se ha tapizado de nuevo para conseguir el mejor acabado posible (obra de nuestros amigos de Tapizados Llop). Los guardabarros de acero inoxidable son nuevos.
Con el escape también hemos «jugado» un poco y se ha montado silenciosos SUPERTRAPP homologados, pero nuestro equipo de mecánicos han sido los encargados de diseñar los colectores.
El resultado es una moto muy especial y con muchísima personalidad. Y lo más importante: otro cliente satisfecho. Una moto preciosa, funcional y con la que siempre se acordará de su ser querido.