El tren delantero es de una YAMAHA R6 (incluyendo botellas, tijas, pinzas y discos). Para asegurarnos un acople perfecto, tuvimos que diseñar y fabricar nosotros los ejes de dirección, el eje de rueda, las galletas y demás elementos necesarios para acoplar este tren delantero.
El depósito también lleva muchas horas de trabajo. Se trata del tanque original de una Kawasaki KZ550 al que hubo de dar forma para conseguir esas curvas. Además, el equipo de Bolt Motor Company tuvo que sacar todo su potencial para fabricar una entrada de aire que lograse que los filtros, ubicados justo abajo del depósito, recibieran aire fresco.
Otro elemento clave para conseguir este resultado es el subchasis. Partimos de un bloque de acero para realizar artesanalmente este subchasis, apostando por unas líneas rectas y cuadradas que casaran con el resto de la moto.
Otra complicación fue el tubo de escape, obra de arte fabricada artesanalmente por nuestros mecánicos. Además, se ha instalado nuestro famoso porta matrículas, demostrando, una vez más, que cuidamos cada detalle al máximo.
La parte electrónica se ha renovado por completo, ayudándonos de la tecnología de Motogadget para traer esta moto al siglo XXI. El motor también se ha revisado hasta la saciedad, jugando con las culatas, la carburación y la electrónica para conseguir un comportamiento de la moto un tanto canalla.
La elección de la pintura también nos ha traído uno que otro quebradero de cabeza. El cliente quería trasladar a su moto la pintura que llevan los coches de Fórmula 1 de Aston Martin, pero acoplar las proporciones no ha sido un trabajo fácil.
Cariñosamente hemos apodado esta Yamaha Virago como “El transformer”, pues la careta parece sacada de esta saga de películas.