Con esta BMW R27 hemos dejado de lado las customizaciones radicales y nos hemos centrado en sacar el máximo potencial a una moto que estaba en las últimas. Con este proyecto buscábamos restaurar una BMW tan icónica como es la R27 sacando todo su potencial, pero sin hacer grandes cambios en su estética.
Aunque es una moto muy vieja, la parte delantera no era original y nosotros debíamos conseguir que nadie se percatara de este detalle. Por eso, desde el equipo de Bolt Motor Company, especialistas en cafe racer, nos ha tocado estrujarnos el cerebro para dar con las piezas que más se pareciesen a las originales. Al tratarse de una moto tan antigua, no ha sido fácil, ya que la mayoría de piezas estaban descatalogadas.
El manillar y los mandos sí son originales, aunque han sido restaurados por completo. El trabajo más complicado de la parte delantera ha sido, sin duda, ha sido encastrar un velocímetro original de los años 60 en un faro vintage. Otro reto conseguido para nuestros mecánicos.
En cuanto al depósito, ha quedado como nuevo. Se ha utilizado una pintura especial, con un diseño simple, pero muy acorde a las líneas de BMW. Además, se han restaurado las gomas laterales para que parezca recién salida de la factoría de Berlín.
No sabemos si afirmar que el motor ha sido restaurado o sería más correcto decir que ha sido reconstruido. Esta BMW R27 llevaba mucho tiempo parada y muchas de sus piezas estaban totalmente destruidas.
Por ello, debimos desmotar el motor por completo, tornillo a tornillo, para después montar con repuestos nuevos. Cigüeñal, biela, cilindro, pistón, segmentos y guías de válvulas, son algunas de las piezas nuevas que se han instalado. Encontrar y acoplar materiales descatalogados ha sido una auténtica odisea.
Se han rectificado todas las piezas que han sido posibles, pero aún así, el proceso de restauración de esta BMW R27 se ha retrasado por la problemática de encontrar materiales. La instalación eléctrica se ha cambiado por completo, instalando mejoras que facilitarán su conducción.
En Bolt Motor Company estamos acostumbrados a dejar irreconocibles las motos que llegan a nuestro taller. Y en esta ocasión nos ha costado sudor y lágrimas que no fuera así. No obstante, hemos conseguido restaurar esta BMW R27 y convertirla en una moto elegante, preciosa y cómoda de conducir. ¿Se puede pedir más?
