La Suzuki DR Big es uno de los modelos más destacados de los años 90. Hoy en día su precio en el mercado de segunda mano sigue siendo alto para una moto con más de 20 a 25 años. Y esto sólo pasa con las motos icónicas.
Todo empezó en 1988-1989, cuando Suzuki lanza la máquina de 750 cc, convirtiéndose en una moto off road mundialmente famosa. Esto se debía principalmente a que, pese a su considerable cilindrada, su peso era inferior a los 180 kilos.
Con la #BOLT43 hemos querido juntar a dos grandes del mundo de las dos ruedas: Kevin Schwantz y una Suzuki DR Big. Es decir, buscábamos una Suzuki DR BIG con una estética dirt track para homenajear al gran Kevin Schwantz.
SUZUKI DR BIG PIEZA A PIEZA
Para conseguir este aspecto más Racing, elegimos el tren delantero de una Suzuki GSX-R. Para ello, tuvimos que bajar la altura de la moto. Era la única manera de conseguir que las líneas y las proporciones de la moto tuviera coherencia y el resultado fuera armonioso.
En esta parte también destaca el radiador, realizado artesanalmente por nuestros mecánicos para esta moto.
A sabiendas de que no queríamos quedarnos cortos con este proyecto de customización de una Suzuki DR Big, montamos unas llantas de superotorrad. Se trata de un trabajo muy complejo porque no es nada fácil adaptar estas llantas a unos neumáticos como los que lleva la #BOLT43.
Otra de las partes potentes de este tren delantero es la careta, diseñada y fabricada en 3D por nuestro equipo de diseño. El faro e intermitentes led, junto al cuentakilómetros integrado de Motogadget, ponen la guinda al pastel.
En cuanto al depósito, después de darle muchas vueltas, finalmente escogimos el de una Honda Four K2, ya que casa muy bien con las líneas que queríamos mantener.
En la parte trasera reinan las piezas diseñadas en 3D, como son las tapas y el colín con el piloto led integrado. El escape también merece una mención especial; más que nada porque ha sido elaborado artesanalmente por nuestros mecánicos. Teniendo en cuenta cómo luce y cómo suena, se merecen un gran aplauso.
El basculante ha sido el gran quebradero de cabeza de este proyecto sin duda alguna. Tuvimos la genial idea de montar el basculante trasero de una Suzuki GSX-R, por lo que tuvimos que acortar la distancia entre los ejes. Fueron muchas horas de trabajo para lograrlo, pero el resultado, tanto estético como el rendimiento de la moto, no ha podido ser mejor.
El asiento es obra de Tapizados Llop y, una vez más, hemos querido que nuestros particulares rayos estuvieran más presentes que nunca.
En cuanto a la parte electrónica, hemos vuelto a confiar en Motogadget, cambiando centralita, cableado y todos los intermitentes.
El colofón final lo consigue la pintura escogida, dejando claro a quién queríamos homenajear con esta moto.
La #BOLT42 siempre será recordada por el equipo de Bolt Motor Company, especialistas en motos customizadas, por dos motivos: porque es algo totalmente distinto a lo que solemos hacer y porque fue la moto que íbamos a empezar en el momento en el que la pandemia llegó a nuestras vidas, parándolo todo.
Teníamos el material y las ganas de seguir, por lo que, cumpliendo todas las medidas sanitarias necesarias, decidimos no parar y seguir cumpliendo los sueños de nuestros clientes.